Estando ya Alonso/Catalina(busto de Catalina en la imagen superior) con la soga al cuello el presidente de La Plata le salvó la vida gracias a los ruegos de la viuda de Valcárcel y su hija. Escapó después por enésima vez y recaló en La Paz.
Una vez allí, Catalina tuvo que socorrer a la esposa del corregidor, la cual le pidió ayuda contra su marido que la tenía por adúltera. Alonso desenvainó su espada en consecuencia contra la autoridad en defensa de la dama. Se vio forzado(o forzada) a huir con ella y fueron perseguidas a trabucazo limpio hasta Cuzco, en donde Catalina cayó herida gravemente.
Haciendo un gran esfuerzo subió las escalinatas del palacio episcopal gritando:
- "¡Auxilio, auxilio! ¡Imploro la protección del señor obispo!
Y cayó desmayada. Allí se descubrió el verdadero sexo del alférez Alonso Díaz y Ramírez de Guzmán. El obispo le pidió explicaciones a Catalina acerca de la vida que ha llevado, y el obispo sin saber que hacer decidió mandarla a España con una carta al rey.
Corría entonces el año 1624, y reinaba Felipe IV, quien había leído el informe del obispo de Cuzco. Quiso conocer con más detalles la vida de Catalina, quien se presentó como Catalina de Erauso, alférez portaestandarte de los Ejércitos de España y las Indias.
Felipe IV declaró que ojalá España tuviese muchos soldados como ella, pero a la petición de Catalina de volver al servicio y vestir de hombre respondió el rey que no podía autorizarla, y le mandó ante nada más y nada menos que al Papa.
A Roma se dirigió Catalina para encontrarse con el Papa, que en aquella época, era Urbano VIII. Le pidió autorización para vestir de hombre bajo recomendación del rey y el Papa se lo concedió.
Bajo el nuevo nombre de Antonio de Erauso volvió a embarcarse hacia América acompañada de un fraile llamado Nicolás de Rentería. A partir de aquí ya no se tienen datos veraces de lo que ocurrió con esta peculiar mujer.
Unos dicen que murió ahogada al desembarcar, otros afirmaron que la habían visto de alférez en el ejército. En el Archivo de Indias se conserva el Memorial de los méritos y servicios de alférez Erauso, pero nada se dice sobre su muerte. Parece ser que murió hacia el año 1635 o 1645, según algunos haciendo de arriero en América o en una riña callejera. La realidad es que desapareció sin dejar rastro.
Por otro lado, la propia Catalina de Erauso escribió una obra, que algunos tachan de apócrifa, titulada "la Historia de la monja alférez", escrita por ella misma y que no se publicó hasta 1829.
2 comentarios:
Hola Don Dato. Enhorabuena por el blog, lo encontré de casualidad al ver escrita la dirección en algún otro blog (creo, ya no me acuerdo).
Me encanta la historia y te voy a seguir leyendo (espero que tú sigas escribiendo).
He leído en algún post que entras a leer los blogs de los que te firman... yo no tengo, sólo lo he hecho para poder comentarte, jeje.
Un saludo y hasta la próxima lectura!!!
Hola khora, gracias ante todo por tu visita, tu lectura y por haberte tomado la moelstia de crear una cuenta para dejarme un comentario.
Compartimos por lo que veo afición por la historia, jeje. Actualizaré normalmente a diario. Hasta pronto!
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