El oficio más antiguo del mundo. 1ª Parte

Pitigrilli, cuyo verdadero nombre es Dino Segre, era de familia judía pero se convirtió al catolicismo en la República Argentina. Voy a contaros una historia que escribió en el libro "La piscina de Siloé":

Trata de la historia de un joven que, en los alrededores de Milán, ya de noche, ve un coche parado en la carretera y una mujer que le hace señas para que se pare y así lo hace.

-- ¿Quiere usted llevarme hasta Milan? --dice la mujer.
-- Suba.

Durante el trayecto traban conversación. La mujer es joven, elegante, hermosa como saben serlo las italianas cuando se dedican a ser bellas.

-- Y ¿a qué se dedica? -- pregunta el joven.
-- Al oficio más antiguo del mundo.

El joven queda sorprendido. ¿Cómo es posible que una mujer tan distinguida, que demuestra poseer una cultura nada común se dedique a la prostitución?

-- ¿Quiere dejarme en casa? -- dice la señora.
-- Con mucho gusto.

La casa está situada en el mejor barrio residencial de la ciudad rodeada por un cuidado jardín.

-- Entre usted.

En la entrada esperan a la señora un caballero y dos niños. La señora les presenta:

-- Mi marido, el ingeniero Tal, y mis hijos.
Y, ante la sorpresa del joven añade:

-- ¿No le dije que me dedicaba al oficio más antiguo del mundo? Esposa y madre de familia.

La peste negra


Voy a hablar de la peste, y no sobre la peste que desprenden algunos sobacos, sino de la peste negra, una de las zoonosis reconocidas más antiguas y de las más virulentas y potencialmente letales enfermedades bacterianas.

La peste es una enfermedad infectocontagiosa que afecta tanto a animales como a humanos, y es causada por la bacteria Yersenia Pestis (imagen a la izquierda de la Yersenia Pestis ampliada por un microscopio).

Se estima que a lo largo de la historia han muerto de peste más de 200 millones de personas, convirtiéndose así en la enfermedad infecciosa más letal de todas las conocidas hasta la fecha.

Las plagas eran producidas por tres tipos de peste: Bubónica, Neumónica y Septicémica. Dejó marcada la población Europea a mediados de la Edad Media, por la falta de higiene y por la medicina poco avanzada que existía (Casi ninguna).

La peste negra se propagó con rapidez por Europa gracias a las pulgas y a la rata negra(rata de campo).

No está enteramente claro dónde comenzó la mayor epidemia del siglo XIV, quizá en algún lugar por el norte de la India, pero más probablemente en las estepas de Asia central, desde donde fue llevada al oeste por los ejércitos mongoles. La peste fue traída a Europa por la ruta de Crimea, donde la colonia genovesa de Kaffa (Feodosiya) fue asediada por los mongoles.

La Historia dice que los mongoles lanzaban con catapultas los cadáveres infectados dentro de la ciudad. Los refugiados de Kaffa llevaron después la peste a Messina, Génova y Venecia, alrededor de 1347/1348. Algunos barcos no llevaban a nadie vivo cuando alcanzaron puerto. Desde Italia la peste se extendió por Europa afectando a Francia, España, Inglaterra (en Junio de 1348) y Bretaña, Alemania, Escandinavia y finalmente el noroeste de Rusia alrededor de 1351.

Algunas localidades fueron totalmente despobladas con los pocos supervivientes huyendo y expandiendo la enfermedad aún más lejos. El descenso demográfico fue en algunas zonas realmente terrorífico. En China y en la India por ejemplo, la peste produjo entre los enfermos que la contrajeron una mortandad que iba del 60 al 90%, los índices de la pulmonar fueron prácticamente del 100%, de ahí que los cronistas de la época nos hablen de que desapareció una cuarta parte, la mitad, o incluso nueve décimas partes de la población.

La gran pérdida de población trajo cambios económicos basados en el incremento de la movilidad social según la despoblación erosionaba las obligaciones de los campesinos (ya debilitadas) a permanecer en sus tierras tradicionales. La repentina escasez de mano de obra barata proporcionó un gran incentivo para la innovación que rompió el estancamiento de la época oscura.

A causa de la despoblación, sin embargo, los europeos supervivientes llegaron a ser los mayores consumidores de carne para una civilización anterior a la agricultura industrial.

Las zonas más rojas son las más afectadas. Las zonas verdes las menos afectadas. (Imagen inmediata superior)

¿Por qué Gibraltar pertenece a Gran Bretaña?

En 1704, España se hallaba desgarrada por una terrible guerra civil. El final de la dinastía de los Austrias en la figura de Carlos II el Hechizado había abierto un proceso sucesorio que tendría que haber comenzado con el entronizamiento de Felipe de Borbón como rey de España. Sin embargo, el temor a una alianza francoespañola provocó una reacción internacional y la aparición de un candidato alternativo, siendo éste el archiduque Carlos de Austria. Holanda, el Imperio germánico e Inglaterra(que temía la existencia de una gran potencia en el continente) apoyaron a Carlos de Austria.

El 4 de agosto del mismo año la ciudad castillo y fortaleza de Gibraltar fue objeto de un ataque llevado a cabo por una fuerza combinada angloholandesa. Gibraltar, como casi todo el resto de España, ya había prestado obediencia a Felipe V de Borbón, y decidió resistir el ataque que representaba los intereses del archiduque Carlos.

Dada la superioridad del enemigo, tuvieron que rendir. El territorio de Gibraltar comprendía la comarca costera de la bahía de Algeciras y un total de más de cinco mil habitantes. La victoria sobre Gibraltar no debería haber tenido más repercursión, ya que sólo se trataba de un bando que apoyaba a un candidato a la monarquía y tomaba posiciones en territorio de la nacion española. Pero el almirante inglés Rooke(imagen a la izquierda) decidió pasar por alto reglas tan elementales del derecho y mediante un vergonzoso acto de piratería tomó posesión de la plaza no en nombre del archiduqe Carlos sino de la reina Ana, entonces soberana de Inglaterra.

Que el comportamiento del inglés fue indefendible no escapó de la mente ni de sus propios compatriotas. En la edición de la "Encyclopedia Britannica" de 1879 (volumen 10, p.586) atribuían la conquista de Gibraltar a un acto de piratería llevado a cabo por Rooke bajo su propia responsabilidad y añadía que esto había ido en contra del honor de Inglaterra.

Gibraltar formaba parte del territorio hispánico desde la época de la colonización romana, y siempre formó parte de la nación española hasta ese momento.

Cuando en 1713 se puso fin a la guerra de sucesión mediante el Tratado de Utrecht, en su artículo décimo se recogío la ocupación de Gibraltar por Inglaterra y España no aceptó la legitimidad de aquel acto. La cesión quedó condicionada a la supresión del comercio entre la plaza y el territorio vecino(España), a la prohibición de residencia en Gibraltar de determinadas personas para garantizar la seguridad española y al respeto por parte de Inglaterra del culto católico a la plaza. Hubo una cláusula en la que si Gran Bretaña decidía vender o ceder Gibraltar la Corona de España tendría la primera acción. España intentó una vez tras otra sin éxito recuperar Gibraltar por la vía diplomática. Por ejemplo: el Tratado de Madrid de 1721.

No contentos con Gibraltar, también ocuparon militarmente con descaro la torre del Diablo a levante y el Molino de poniente, que no estaban incluidos en el Tratado de Utrecht. El 19 de agosto de 1723, William Stanhope (ministro inglés en España de la época) dijo que tenían derecho a ampliar a todo el terreno cubierto por la artillería de la Plaza, aun reconociendo que no se contemplaba en el Tratado de Utrecht. Los británicos llegaron a aprovecharse aún más si cabe de la bondad española durante la epidemia de fiebre amarilla que padecieron en Gibraltar en el 1815, ocasión en la que los españoles ofrecieron ayuda humanitaria, y los británicos contestaron ampliando las fronteras de Gibraltar. En 1854 ocurrió algo similar. Ya en 1908 los británicos levantaron un muro de hierro rodeando Gibraltar, un claro muro de la vergüenza comparado por muchos historiadores con el muro de Berlín.

Por otro lado, Gibraltar no era viable económicamente salvo mediante la conjunción de prácticas económicas delictivas lo cual se convirtió en el motor económico Gibraltareño, centrándose en el contrabando.

En 1862 John Bright afirmaba: "el Peñón de Gibraltar fue tomado y retenido por Inglaterra cuando no estábamos en guerra con España y su apropiación fue contraria a todas las leyes de la moral y del honor".

En 1950 Gibraltar se vio perjudicada por el proceso desconolizador que vivía el mundo. El gobierno británico repobló Gibraltar para ayudar a legitimar la supervivencia de dicha colonia. Distintas celebridades británicas señalaron este hecho como: "un insulto a la herida", "la conquista de Gibraltar fue un acto de piratería"...

El 16 de diciembre del año 1965 la ONU volvió a insistir en el carácter colonial de este enclave. El poder colonial de Gran Bretaña se ha visto mermado con episodios como el de la recuperada reintegración de Hong Kong a China.

En la actualidad, sólo dos razones impiden que Gibraltar siga el camino de otras colonias británicas. La primera es el prurito británico de continuar manteniendo un peso colonial en un mundo poscolonial. La segunda, es no entrar a fondo en la sentina de irregularidades legales que tiene como sede Gibraltar y que ha sido denunciada repetidamente desde las más diversas instancias.

La única salida justa y razonable para el contencioso de Gibraltar es la restitución de la soberanía de la plaza a España. España es en la actualidad un país moderno, libre y democrático, miembro de pleno derecho de la Unión Europea, una unión que no puede permitir en su seno la persistencia de colonias. El día que se llegue a ese punto, no sólo se habrá corregido una injusticia histórica, sino que habrá desaparecido el último contencioso entre dos grandes naciones que antaño enemigas, son ahora amigas y aliadas, y sobre todo, se habrá eliminado del territorio europeo una lacra tan vergonzosa y vergonzante como la existencia de una colonia creada sobre la base de un traicionero acto de piratería.

Fuentes:
"Enigmas históricos al descubierto" de César Vidal
"Razones de España sobre Gibraltar" publicado por la editorial Aguilar.