América española en el siglo XVIII. 1ª parte: La amenaza de Rusia.

Voy a empezar con una serie de entradas en las que me gustaría analizar y comentar la gran cantidad de acontecimientos, algunos más conocidos que otros, en América, vistos tanto desde la perspectiva española, o mejor dicho, desde la corona española, así como la perspectiva de los propios americanos y/o habitantes de América.

Carlos III no solo pretendía extender las fronteras del reino español, era consciente de lo delicado de la situación en América, por un lado las incipientes revoluciones y primeras muestras de intención de independencia y por el otro las otras potencias mundiales, siempre al acecho como es evidente de adquirir nuevos territorios.
Entre dichas potencias, Carlos III creía que la América española no sufría ningún peligro desde las pequeñas e inhóspitas posesiones de Holanda y Francia en las Guayanas, pero en cambio sí tomó precauciones frente al nuevo peligro de la expansión rusa en la costa pacífica de la América del Norte:

"Los rusos por la parte del Norte exigen nuestra vigilancia; porque desde el mar de Kamchatka han hecho y continuarán sus tentativas y descubrimientos en las costas de nuestra América, y más habiendo ya hallado el paso o estrecho que por aquellos parajes facilita la comunicación de sus dos hemisferios y continentes. Los viajes del capitán Cook han dado mucha luz a los rusos, y a pesar de las enormes distancias, hielos de aquellos mares y calidad de sus costas, no hay cosa que no pueda vencer una potencia que tiene disposición y proporciones para extender sus ideas ambiciosas. Así, pues, deben nuestros virreyes de Nueva España no descuidarse en las costas del mar del Sur, y repetir sus reconocimientos hacia el Norte, como se ha hecho, fijando y asegurando los puntos que se puedan, aficionando a los indios y arrojando cualesquiera huéspedes que se hallen establecidos."


En la época, España se sentía dueña de toda América, se pliega a la superior fuerza de Inglaterra en la costa oriental del Norte, pero trata de afianzarse en la oriental, de California hasta Alaska, frente al nuevo peligro de la extensión rusa. Y es que a uno y otro lado de la América del Norte, una España en el último destello de su propia expansión y de su misión universal, firmemente creída a fines del XVIII por la Corona, el gobierno, y toda la nación, se enfrenta nada menos que con Rusia por una costa y los Estados Unidos por otra, las superpotencias actuales.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

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Don Dato dijo...

Gracias vandrés, le echaré un vistazo ;)

Anónimo dijo...

ese mapa es más falso....
Donde actualmente es Brasi segun ese mapa pertenecia a inglaterra ! 1ª mentira esas posesiones eran portuguesas, 2ª mentira en la zona marron q era el espacio de las 13 colonias britanicas dice ser territorio portugues.
3ª la zona coloreada de blanco era territorio español.