Los pactos de hospitalidad y clientela entre los pueblos hispánicos prerromanos (y devotio iberica)

En la Hispania prerromana, existían entidades, clanes, tribus con un poder político escaso y con una gran inseguridad en la protección territorial, incluyendo sus fronteras. Dichos clanes(gentilidad) o grupos suprafamiliares podían pertenecer a tribus (como una Gens). a efectos políticos y jurídicos era vital pertenecer a un clan, el cual daba una seguridad así como unas normas por las que regirse. Algunas tribus eran asociaciones temporales para ir a una guerra determinada, teniendo un líder que solía ser reconocido como rey o reyezuelo por los romanos.

Con el paso del tiempo, los asentamientos en ciudades de diversos clanes acabaron dando lugar a distintos reinos. Los miembros de los clanes gozaban de un derecho personal y propio, con su parte protectora pero también su parte represora, el cual era únicamente aplicable a los miembros del clan en concreto, por lo que las relaciones entre las diversas comunidades (que se regían por normas casi completamente diferentes) eran muy complicadas. Este problema se intentó solucionar con los pactos de hospitalidad y clientela.

Los pactos de hospitalidad eran acuerdos por el cual una tribu "A", pacta con la tribu "B" que cuando un miembro "A" va a la tribu "B" se le podrán aplicar las normas de la tribu que visita, siendo tratado como si fuera miembro de dicha tribu, siento esto recíproco. En el ámbito político, esta red de pactos permitió fortalecer a todas las gens en términos generales (mercado, alianzas militares...).






Tesera con un pacto de hospitalidad (imagen de la izquierda).


Las relaciones de clientela parten de la base de los pactos de hospitalidad. Consistía, por ejemplo, en que un agricultor entregase la mitad de su cosecha voluntariamente a un grupo de bandidos con cierta reputación, a cambio de su protección. Evitando así el acoso de estos y obteniendo a su vez protección frente al resto. El cliente(débil) puede ofrecer diversos servicios al patrón(fuerte) para obtener su protección. Por supuesto en estos tiempos existía clientela de carácter militar, estas relaciones de clientela debilitaban a la comunidad política (podríamos compararlo con los mejores tiempos de la mafia italiana o la yakuza japonesa). Dicho patrones ejercían de caudillos y eran jefes de bandas criminales.

Entre las clientelas militares hubo una muy especializada, la devotio ibérica, los cuales hacían un juramento mediante el cual un cliente presta servicio a un patrón/caudillo y jura ante una deidad infernal proteger a su cliente con su vida, y si el cliente moría antes que ellos, se suicidaban. Dicho juramento era de estricto caracter religioso, de ahí la determinación de los devoti. Tampoco era gratuita, solían obtener a cambio un mantenimiento(víveres, vivienda) y sobretodo una mejora de su status social. Tanto los romanos como los cartagineses contrataron los servicios de los devotos iberos, llamados por cesar "soldurios".
Hay un transfondo para la justificación de dichos suciodios, por un lado la presunta indignidad del guerrero que ha ofrecido su vida y no le ha sido aceptada por la deidad a la que brindó un ritual/juramento. A esto debemos añadir el fanatismo y desprecio por la vida de la época, característico de estos pueblo según Silio, que decía "de ánimo fácil y propenso a la muerte" (prodiga gens animae, et properare facillima mortem). La vida tenía sentido de cara al ejercicio bélico, y el mismo escritor, tras observar la resistencia física de los cántabros, explica que quienes se sentían viejos e incapacitados procedían a despeñarse por ser ya inútiles para la guerra. Algo semejante observó Tito Livio en la gente desarmada por Catón, que también se quitó la vida "porque no podían vivir sin guerrear" (ferox genus nullam vitam rati sine armis esse).

Cabe decir, para terminar, que el suicidio del devoto iberico tenía solo lugar si la la muerte del caudillo era de causa violenta, si moría por causa natural no había un incumplimiento del deber de defensa por parte del devoto.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muchas gracias, me ha servido un montonazo ��